martes, 18 de noviembre de 2014

Ya no sé si siento o si padezco

Mi jarra vacía
me pide que deje de beberme
el recuerdo de las rubias.

Mi alma suplica
que deje de amar
que ya no soporta
una decepción más.

Y yo que sólo busco amor,
me meto un tiro
como signo de compasión
a mi dolor.

Sigo triste,
como siempre
y por eso, a veces escribo,
aunque ya no hayan musas,
aunque me hayan abandonado,
aunque ahora esté sola
y no por elección.

Por y a pesar de todo,
sigo bebiendo para recordarme
que las tengo que olvidar.

Adiós musas y ninfas,
ya no escribo y es por vuestra culpa,
por ser tan putas.
Adiós a las manchas de tinta
que me dejaba tu amor todas las madrugadas.
Adiós,
amor...
Imposible.