miércoles, 16 de enero de 2013

No siempre tendré imaginación para inventar historias felices para ti

Dime algo, para ti ¿cuándo sería el momento más adecuado para escuchar todo lo que necesito contarte? ¿cuándo sería el mejor momento para que dejes de darme largas con el tema? ¿cuándo será el momento en el que me digas definitivamente si me quieres a mi, entera, con mis defectos y problemas o solo a mi parte alegre y que puede llegar a conocer cualquier persona?
Lo siento, me canso de preguntar y no recibir una respuesta concreta, ¿sabes qué no siempre tengo que decirte cosas malas? y ¿qué muchas veces no espero que lo soluciones? muchas de esas veces solo esperaba un: todo saldrá bien, no es para tanto, ya verás que todo pasa....Sí, puede que sean frases cliché, pero...no sé lo que quiero, pero tengo perfectamente claro que no quería escuchar un no quiero saber más...bueno al menos no lo acepto si no eres capaz de refutar las razones que te doy sobre que eso es una decisión idiota, si no vas a aceptar las consecuencias.
El silencio te incomoda. Las palabras te hieren. Parece ser que las palabras vacías y las medias verdades es lo tuyo, siento sorprenderte, pero no es lo mío. Te quiero, no sabes cuanto, creo que ni yo seré capaz de llegar hacer una idea clara de cuanto, pero sí algo no te hace feliz, debes dejarlo ir
Acepto tus términos y condiciones de uso: nada de palabras tristes, nada de lágrimas, nada de depresión, ni una palabra sobre el tema. Pero entonces no te sorprendas porque algún día no hable...no siempre tendré fuerzas para actuar en tu farsa.

lunes, 7 de enero de 2013

No me gustan las matemáticas, a éste problema no le encuentro solución

Y aquí estoy una noche más, intentando no dar tanta importancia al pasado e intentando consolarme con la idea de que tengo todo un futuro por delante, que las cosas cambiarán. Pero diez meses antes también intentaba pensar que las cosas cambiarían y mirarme, no veo gran diferencia entre mi yo de hace diez meses con la actual. Ahora en vez de asustarme con el pasado me asusta lo que me deparará el futuro.
Los mayores se pasan la vida entera preguntándonos que queremos ser de mayores, nosotros a medida que crecemos queremos ser cosas distintas (bombero, médico, astronauta, deportista, periodista...). Es difícil decidir en que vas a tener que dedicar todos los días de tu vida, estos nervios se intensifican cuando estás en el último año de instituto y a falta de unos cinco o seis meses tienes que decidir....algunos tienen la suerte de ya tenerlo claro y cuando la gente le pregunta decir con orgullo aquello a lo que aspiran, aquello con lo que sueñan, su vocación. Después supongo que habrá gente como yo a los que su familia no apoya, a los que les dicen que esa carrera no es para ti, que no te pagarán un piso ni la carrera porque NO FORMAS PARTE DE SU FAMILIA, esto lleva a esas personas y a mi, a ser cobardes a no decir lo que queremos, a cansarnos de luchar, ya que nadie apuesta por ti.
El futuro, debería llamarse condicional. Condicional imperfecto, ya que por mucho que planees, que pienses hacer, cuando este tiempo llega nada es como te imaginabas. El futuro te sorprende cuando llega con sus situaciones totalmente ilógicas, pero es una pérdida de tiempo esperar algo que por mucho que planees no sabes si llegará.
Me canso de esperar, de luchar para que las cosas en un futuro mejoren, pero nunca mejoran y es desesperante, a la vez que deprimente.
El tiempo no cura las heridas, sólo me hace insensible al dolor.