domingo, 21 de septiembre de 2014

Oda a la resaca

Las mañanas de después siempre son una patada a mi ser y a las ganas de existir en este mismo momento de la vida. En esas mañanas la belleza transpira por cada uno de mis poros, la belleza o poco criterio que adquirí la noche anterior. La belleza de una mejor yo, al menos en algún sentido. Pero como soy incompatible con la sociedad acabo vomitando las risas y los "te quiero" gritados a todos para concentrarme así en las agujetas que deja la diversión de creerme una buena bailarina y la reina de cualquier cama.
Creo que ya sé porque es tan feliz y a la vez tan poco real esa ebria felicidad, a duras penas recordamos lo pasado y mucho menos los llantos.Mejor me dejo de tanta filosofía barata y me tomo un ibuprofeno para calmar los nervios de volver a ser yo con mis inhibiciones.
Hace un perfecto día para seguir soñando con que puedo cambiar el mundo, buenos días.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

No lo puedo decir más alto, pero si quieres sí mas cerca

Si te escribo esto no es para que respondas, pero me encantaría que lo hicieras.
Quiero agradecerte que me hayas complicado la cabeza, que ha vuelto septiembre y yo no estoy preparado para él, ni para ti. Que no sé si es culpa de mi imaginación o de la esperanza que me regalaban de llegar a ti, pero aquí estoy, con las alas rotas de volar contra tu viento y marea, sorda de tanto silencio que me has dado y con un sexo tan destrozado con el corazón de tanto añorarte.
Nunca he sabido cuales eran mis intenciones contigo, por eso puede que todo esto haya sido un camino sin fin, una lucha contra nadie. Pero siempre he sabido que te he querido, querer de quererte aquí, querer de gustar, querer de follar, querer de que pase algo que no sea nada, no de ese querer de amar, no estoy tan loca como me contaban que lo estarías tú.
Y, pues eso, que todo ha sido un ver la vida pasar y gastar tinta por musas que en realidad no existían.
Pero que en resumidas cuentas, todo esto venía a que...me gustas. Me gustan tus labios, sobre todo cuando sonríes, más cuando callas. Que me gusta tu sonrisa y la voz que de entre esos dientes se espira. Que me gustaría probarlos, me gustaría probar tu locura, tu dificultad...pero aquí estoy, escribiendo a ver si me das permiso, a ver si no callas y me gritas que sí, me gritas que sí al probarte.