martes, 14 de febrero de 2012

No quiero que llores, ¿me escuchas? Ni una sola lágrima. Quiero que sonrías

Porque puedo estar muy confusa, muy cabreada, pero al final de todo siempre llego a la conclusión de que te quiero demasiado como para dejar marchar todos los buenos y sobretodo malos momentos que hemos pasado. Quiero que siempre tengas hueco para mi en ese lugar en el que me siento en casa, ese lugar en el que puedo llorar tranquila. Ese lugar en el que los abrazos no son melancólicos. Ese lugar en el que no se saben dar malas noticias.
Ese único lugar que puedo llamar hogar,el único lugar en el que me siento en casa, ese único lugar en el que estoy en paz. Eres tú quien hace que me sienta bien, eres tú la única culpable de que ese lugar sea como un hogar.

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