Es adictivo, es enfermizo
pero no es contagioso.
Es repugnante, es sucio
por lo que no es arte,
a pesar de que se dibuja en mi piel,
múltiples marcas...
blancas alrededor de mi cuerpo.
Mil marcas con historias y dramas.
Del pasado, del presente
y que presagian (mi) futuro oscuro
....
y es el contraste de mi blanco
con el negro del tiempo
lo que los ilusos llaman arte,
los atrevidos llaman poesía,
los entendidos prefieren drama
y yo prefiero llamar enfermedad,
en la qué la cura en sí misma es la enfermedad.
La enfermedad de rendirse ante lo imposible, de buscar un final.
Checa el capítulo 14 de "Tras la Virtud" de MacIntyre, puede que encuentres algo interesante, relacionado a lo que te refieres, en el texto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!