martes, 4 de septiembre de 2012

Me asusta el color del metal, el sabor de una lágrima y el fluir de la sangre

Me asusta la inexactitud de no saber como me encontraré mañana. Me asusta tener que aceptar el hecho de que en realidad no he mejorado y que durante todo este tiempo no solo haya mentido a los demás, sino que hasta yo me haya creído mi propia mentira.
En realidad mi mayor miedo ahora mismo no es la oscuridad, hace tiempo que me acostumbre a vivir en ella, sino el hecho de que todo vuelva a ser como antes.
Antes del cálido verano. De la soledad sana. Del tiempo para mi. Antes de luchar contra mis propios impulsos.
Cuando todo era sangre y lágrimas. Cuando por más que quisiera ver luz, a mi alrededor todo estaba oscuro. 
Puede que creas que no he luchado y que lo único que hago es compadecerme de mi misma, pero me he dejado la cordura por dejar de llorar noche tras noche. Soy mi propio caballero andante, yo luché contra mi propio dragón. Yo sola qué gran error, ahora lo sé. 
Por ahora lo sé, sé que yo sola no puedo... Me gustaría poder recordarlo para cuando vuelva a la rutina. Cuando deje este cuento de hadas y vuelva a la realidad. 

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