sábado, 10 de enero de 2015

El paseo de dos horas, los tres cigarrillos de mientras y la muerte de después

Camino sola por las calles de este sitio con complejo de ciudad, camino sola como queriendo encontrar en el camino alguien que me salve o que me quiera, ya no sé si hay alguien capaz de ello.
Piedra tras piedra, pierdo la esperanza de que exista el amor.
Fumo mientras camino para así coger aire, para así matarme y que ésta forma de perderme no me dé más años de vida.
Estoy cansada, me duele vivir, estoy herida y no hay nadie para curarme las cicatrices abiertas.
Sé que a veces suero ser dramática, pero no creo que sepa como funciona la vida o cómo vivirla, ni siquiera sé improvisarla.
Estoy cansada, ¿lo había dicho? Estoy muerta en vida, ¿te lo había comentado?
Ya no sé que hace, creo que me he perdido, no encuentro el camino de vuelta casa, ya no sé dónde está casa, dónde está hogar.
Mi lugar está en las calles, en la soledad y el exceso, exceso de todo menos de vida.

miércoles, 7 de enero de 2015

Siempre será un hasta pronto

Vuelven a casa las almas perdidas, vuelven sin bragas y con la cabeza gacha recordando que el amor de la noche anterior no fue el suyo.
[...]
Las almas suicidas no contamos las ganas de matarnos en dramas, 
sino en balas en la recámara.
Una flor siempre es un adiós.
Una herida un recuerdo.
Y una despedida siempre será un hasta pronto.
Despedirme de ti me tiene ocupado el tiempo y las ganas de volver a enamorarme. Y siempre que logro olvidarte apareces con tu sonrisa tonta de siempre y con más ganas de matarme...o de amarme, ya ni sé que hacíamos cuando estábamos juntos.