Te compadeces de mí porque jamás podré llegar al cielo, por invertida, desviada del camino "correcto", pero ¿para qué luchar por un cielo inteligible si puedo aspirar (y conseguir) a que exista una persona (hombre-mujer) que me haga llegar a él, en la cama y en sus palabras?
¿Para qué aspirar si no hay nada más bello que el cielo en la tierra?...¿por qué reprimirme si puede existir alguien que me eleve hacia las nubes sin levantar mis pies del suelo?
Llámame soñadora o un poco idiota, pero atrévete a decirme que esto he dicho es equívoco...no imagino nada más bello que unas escaleras que recorran una espalda y que lleguen y me lleven hacia el cielo.
Quizás sea soñadora, yo lo soy.
ResponderEliminarPero ¿Cuántos soñadores no han logrado lo que se proponen?
Por cierto, bonitas palabras y entradas... no recordaba lo que era leer tu blog.
Espero que sigas escribiendo.
Un beso.
Sher.