Esperas un tren que pasó hace demasiado tiempo.
Esperas una solución que hace tiempo se te presento.
Esperas sin éxito algo que jamás existió.
La estación de los sueños para ti ya cerró.
Puedes preguntarme razones, puedes exigirme un perdón. La falsa esperanza del pobre soñador. Vivir rompiendo cosas y exigiendo su reparación. Tu vida es tuya y lo que te pase es cosa tuya. Si quieres cambios, actúa. Pero no vuelvas a la vieja estación, allí nadie te espera, porque todos los monstruos ya volvieron a la ciénaga. Qué ironía, el mayor monstruo es el que acusaba, el mayor monstruo es ese hombre soñador. Soñador que mucho espera, monstruo que poco observa, solo a la espera de un nuevo tren.
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