Despierta y no tiene fuerzas para enfrentarse a la realidad, si por ella fuera se pasaría el día en la cama. Aparte de vagancia, porque cada día es una pedrada en la cabeza.
Cada mañana se levanta con la esperanza de cumplir al fin sus sueños... pero en realidad, lo único que ve cada día es decepción y dolor. Lo que quiere ella todas las noches es desaparecer, dejar de odiarse, dejar de hacerse daño.
Quiere que su mente enferma deje de engañarla, quiere ser fuerte y no aceptar todo lo que le dice...pero no puede. Ese pesimismo la consume y la devuelve a la oscuridad... Está cansada, no quiere preocupar a nadie, le cansa pensar siempre en lo mismo, pero necesita contarlo...
Está confusa, no sabe qué hacer, todos lo toman como algo normal y todos dicen "no lo hagas" pero no saben que eso le es imposible. La verdad es que ya no sabe ni lo que quiere. Ella es un fantasma, un cuerpo sin alma. una carcasa sin vida.
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