viernes, 9 de marzo de 2012

Seamos todos Pepito Grillo

Ahora mismo todo es tan confuso. No veo nada con claridad. Ningún sentimiento es realmente puro. Es todo tan monótono y diario que ya nada me sorprende.
Cansada de seguir aquí "luchando" porque dejéis de ser TAN BRILLANTE e INTELIGENTES para  los estudios y seáis aunque sea un poco, más avispados en cosas obvias. Siempre me ha cansado el hablar para una pared, pero ahora más que nunca ese cansancio es mayor. Por eso no hablaré, no opinaré, directamente es que necesito recobrar fuerzas así que ni una sola palabra. Me dejaré llevar por la corriente.
Pocas cosas me resultan claras. A lo mejor debería callar como he dicho antes y dejar que se equivoquen y que aprendan por su cuenta, y cuando REALMENTE pidan mi opinión para escuchar lo que digo y no para oír un murmullo, yo la daré y a buen gusto.
No sé si son mis hormonas que confunden mis sentimientos o son los exámenes y las voces dentro de mi cabeza que me están confundiendo, sólo sé que cuando debería sentir rabia lloro, cuando debería estar eufórica me tranquilizo más que nunca e incluso cuando debería llorar me enfado con los que me intentan ayudar. A lo mejor es a causa de mi bipolaridad que ahora más que nunca me golpea fuerte, impidiéndome el control de mis emociones. La verdad no me afectan esos cambios repentinos, simplemente me asusta que la gente de mi alrededor se los tome mal por no saber como actuar ante ellos. Para esto pido paciencia, con el tiempo todo te parece normal.
Todo es tan rutinario, monótono, cansino y repetitivo...es que ya nada me sorprende. Las situaciones son tan comunes, pero apesar de eso no las tengo controladas ya que cansa mucho luchar siempre contra lo mismo y no conseguir nada a cambio.
Pero estoy bien, a pesar de todo esto escrito con anterioridad yo me siento bien, porque la verdad no me puedo quejar, tampoco es que aspire a nada perfecto, a sí que, así  está bien. No temo al futuro, pero pensar en él es algo tan abstracto. Y tampoco mirar al pasado ayuda. Me quedo con el presente que promete más aventuras que el futuro. Primera aventura: no sobresaturarme con tanto estudio. Suerte yo del presente.
Fdo: La niña que lloraba con los abrazos.

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