Te brindo con cerveza rubia para así ver tu reflejo en ella. Esa cerveza que jamás tomamos, con la que dijimos de reírnos de nuestros dramas por al fin habernos encontrado... La barra del bar ya está llena de todas las botellas que me he tomado en tu nombre, esperando que alguna fuera la que compartiría contigo. Asumo el alcoholismo como un buen modo de vida.

Perdóname éste deliro de cervezas, pero es que han puesto nuestra canción y sólo se me ha ocurrido llorar y pedirme otra ronda.
Perdóname que te escriba a éstas horas, ando borracha de tu recuerdo y no sabía como escribírtelo.